Ideal.es 17/07/2012
GRANADA
Absuelven al funcionario de prisiones acusado de acosar sexualmente a
una interna del CIS
El tribunal no cree "verosímil" la denuncia interpuesta por
la mujer por las "diversas contradicciones" en su testimonio a lo
largo de la instrucción y en el juicio, que se celebró el pasado 27 de junio
La Sección Segunda de la Audiencia
Provincial de Granada ha absuelto al funcionario de prisiones que fue juzgado
por presuntamente acosar sexualmente a una interna del Centro de Inserción
Social (CIS) Matilde Cantos de Granada, hechos por los que la Fiscalía
solicitaba para él un total de dos años de cárcel.
El tribunal no cree
"verosímil" la denuncia interpuesta por la mujer por las
"diversas contradicciones" en su testimonio a lo largo de la
instrucción y en el juicio, que se celebró el pasado 27 de junio. Esas
contradicciones "cuestionan la fiabilidad" de sus manifestaciones,
"afectan a la persistencia de su imputación" y "debilitan
severamente su energía probatoria", generando un "estado de
duda" sobre la autoría de los hechos por parte del acusado, señalan los
magistrados en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
La mujer denunció que durante su
estancia en el CIS desde mayo hasta septiembre de 2010, en un número
indeterminado de ocasiones, tantas veces como era llamada por megafonía por el
inculpado para que acudiera a su despacho, fue objeto de requerimientos
sexuales bajo la advertencia de que si no accedía a sus deseos, le haría la
vida imposible, le quitaría los permisos y la libertad condicional y la
enviaría de nuevo para la cárcel de Albolote.
En una ocasión, según denunció, llegó a
darle un beso en la boca introduciendo su lengua, y en otra a hacerle escribir
en un papel tres actos que no le gustaran en materia sexual para a continuación
decirle "pues una de esas tres cosas me tienes que hacer".
Sin embargo, y pese a que la psicóloga forense
apreció en ella síntomas de afectación emocional, caracterizada por
sintomatología ansioso-depresiva, los jueces señalan que hay contradicciones en
sus testimonios. Por ejemplo, antes de la denuncia, cuando la interna remitió
una carta a la dirección del centro contando lo ocurrido, nada refirió del
episodio del beso, que sería "sin duda el más repulsivo de los que habría
sufrido", y tampoco coinciden sus declaraciones acerca de los testigos que
supuestamente estuvieron presentes cuando ella salió llorando del despacho del
funcionario tras ese capítulo.
Por todo, la Sección Segunda absuelve
libremente al funcionario en la sentencia, contra la que cabe recurso de
casación ante el Tribunal Supremo.
En el juicio
Durante el juicio, el funcionario, de
iniciales M.C.D.P. y 59 años, afirmó que ha prestado servicio a la
administración penitenciaria durante 38 años, y negó, en contra de lo sostenido
por la mujer, haberle hecho insinuaciones o propuestas sexuales a la interna,
aunque dijo desconocer las razones que le pudieron llevar a presentar denuncia
por un supuesto delito de acoso sexual.
El procesado, casado, "con cinco
hijos y cinco nietos", explicó que trabajaba de enlace entre los internos
y la dirección del CIS, y que nunca ha tenido ningún incidente con alguna otra
persona. A veces, sostuvo, los internos le recriminaban que no se les hubiera
concedido un permiso o algún beneficio penitenciario, aunque él, no tenía voz
en ese asunto, ya que esas decisiones correspondían a la Junta de Tratamiento.
Concretamente, con la denunciante habló
en numerosas ocasiones en el despacho que utilizaba en el CIS no sólo de temas
relacionados con su situación penitenciaria, sino también personal, porque
ella, según indicó el acusado, le contaba también "cosas que le pasaban en
el pueblo y en la calle".
Testimonio totalmente opuesto ofreció la
mujer, que ya ha cumplido su condena y hoy se encuentra en libertad. En
avanzado estado de gestación y visiblemente afectada, declaró que los episodios
de acoso sexual comenzaron cuando el acusado le prometió que mediaría para que
le retiraran un parte que le habían puesto en el centro tras haberla pillado
"con un porro".
Desde entonces, y una vez le retiraron
ese parte, le decía que "tenía que acostarse" con él, y en una
ocasión, en fecha que no ha podido recordar, le hizo escribir en un papel tres
actos que no le gustaran en materia sexual para a continuación decirle
"pues una de esas tres cosas me tienes que hacer". En ese mismo
momento, que se produjo después de que "cerrara con llave" la puerta
de su despacho, según la denunciante, le dio un beso en la boca. "Me metió
la lengua aunque yo no quería. Qué asco", ha apuntado.
En otra ocasión, el funcionario la
llamó, por megafonía, como en veces anteriores, para que acudiera a su despacho,
pero ella hizo caso omiso. Entonces, el acusado, según ha señaló la mujer, fue
a buscarla al patio, donde le dijo que, como se iba de permiso aquel fin de
semana, los dos se tenían que ir a un hotel a "acostarse" juntos, a
lo que ella se negó argumentando que "como se enterara" su marido le
iba "a matar".
La Fiscalía solicitaba para el
procesado, además de la pena de cárcel, 3.000 euros de indemnización para la
denunciante, como "dolor moral", mientras que la acusación
particular, que pedía también dos años de prisión y nueve de inhabilitación
absoluta, elevaba esa cantidad en concepto de responsabilidad civil a los
30.000 euros. La defensa, la libre absolución.
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