Un recluso incendia un ala de la enfermería de la prisión de Málaga

Diariolatorre.es          (28/01/10)

Un recluso incendia un ala de la enfermería de la prisión de Málaga

26 internos han sido evacuados a otras dependencias. El recluso con trastornos psiquiátricos ha estado a punto de provocar una desgracia.

Una vez más, un interno con trastornos psiquiátricos ha estado a punto de provocar una desgracia. Anoche a las 24.30 horas aproximadamente, J.A.M, que se encontraba ingresado en la Enfermería 2 de la prisión prendió fuego a su colchón.

Sólo la rápida intervención de los funcionarios, que acudieron ante las llamadas de auxilio de los internos, logró salvar la vida de este recluso y de su compañero de celda antes de que el humo tóxico provocado por el incendio del colchón los matara.

ACAIP va a solicitar una condecoración para los funcionarios arriesgaron su vida anoche para sacar de la celda en llamas a los internos y una recompensa para los internos auxiliares de la enfermería, que arriesgaron sus vidas para ayudar a evacuar a los internos enfermos de ese ala. Como de costumbre, la profesionalidad de los trabajadores y la ayuda de algunos internos han tenido que suplir la falta de medios técnicos como sistemas antiincendios, alarmas o, simplemente, equipos de respiración para todos los funcionarios.

Desde Acaip queremos manifestar una vez más la desidia de la administración penitenciaria, que despilfarra en asuntos superfluos como actividades de entretenimiento o artísticas para los internos y no se preocupa de garantizar seriamente la integridad de los trabajadores y los internos con medios materiales imprescindibles.

Los 26 internos han tenido que ser trasladados al módulo de aislamiento, único departamento con espacio para alojarlos, aunque a todas luces no es el módulo idóneo para acoger a enfermos, mientras que el interno J.A.M. fue trasladado al hospital, habiendo regresado ya a prisión.

Asimismo, queremos recalcar la urgencia que requiere que el gobierno se plantee una solución definitiva para los enfermos mentales que se arrinconan en las cárceles. Internos que jamás serán rehabilitados puesto que su problema no es de conducta o valores, sino médico y que con un tiempo en prisión no sanaran de sus enfermedades; añadiendo a este hecho el de que, en las prisiones son una auténtica bomba de relojería.