Denuncia que los funcionarios y los reclusos de Meco todavía no han recibido mascarillas y que hay otro caso sospechoso en Valdemoro
MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Agrupación de Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) advirtió hoy de la vulnerabilidad de las cárceles frente al virus de la gripe A debido a la masificación que sufre la mayoría y al hecho de que la población reclusa sea considerada un grupo de "alto riesgo" a consecuencia de las enfermedades que padecen muchos de los internos como son el virus del VIH, hepatitis o tuberculosis.
Fuentes del sindicato de prisiones denunciaron a Europa Press que las mascarillas prometidas ayer por el subdirector general de Sanidad Penitenciaria no han llegado todavía al personal y los internos del Centro Penitenciario de Alcalá-Meco Madrid 2. Según explicó, Acaip ha comunicado esta mañana la escasez de mascarillas a Instituciones Penitenciarias, que ha remarcado su "compromiso" de entregarlas.
Las fuentes consultadas recordaron que cerca de 200 reclusos de los módulos aislados en la cárcel de Alcalá-Meco tienen restringidos sus movimientos, no pudiendo acudir a zonas comunes donde se realizan actividades deportivas o formativas. Añadieron que otra veintena de presos sospechosos de padecer el virus se encuentra recluida en sus celdas a la espera de que se confirme o no el brote.
PREOCUPACIÓN ENTRE LOS TRABAJADORES
Ante los síntomas registrados, el sindicato ha recomendado al personal que trabaja en la prisión madrileña realizarse analíticas de sangre ya que varios de los funcionarios "tienen hijos menores de edad o mujeres embarazadas". "Al menos dos compañeros tienen a su mujer embarazada de ocho meses", puntualizaron, para advertir de la conveniencia de que se les realicen los análisis médicos correspondientes para evitar la posible propagación del virus a sus familiares.
No obstante, denunciaron que la Administración se ha negado a efectuar estas analíticas ya que considera que este personal, aunque trabaja en Alcalá-Meco, no ha llegado a presentar los síntomas. "Están muy preocupados porque trabajamos con población de alto riesgo porque tiene otras enfermedades como tuberculosis, hepatitis u otros son portadores del VIH-Sida", advirtieron.
Desde Acaip reclamaron las máximas medidas de seguridad para evitar la difusión del posible virus H1/N1 a pesar de ser conscientes de que las cárceles "no son centros cerrados que puedan ser inmunes" a la enfermedad. "No vamos a ser inmunes, pero hay que intentar paliarlo para que tenga las menores consecuencias en los trabajadores, los internos y los familiares de ambos", destacaron.
En este sentido, avisaron de que la masificación de las cárceles ayuda a evitar su propagación. En el caso del centro de Alcalá-Meco, puntualizaron que estaba concebido para 433 celdas y ahora registra una sobreocupación de más de 1.030 internos. A esto se suma, según reprobaron, la escasez de personal de vigilancia y sanitario en la prisión.
"Imagina que el virus se vuelve más virulento", añadieron, para apuntar que en los servicios de enfermería de la prisión de Madrid III, en Valdemoro, hay otro interno ingresado con síntomas del virus y que fue trasladado el fin de semana pasado desde la cárcel de Alcalá-Meco. Para finalizar, el sindicato quiso destacar el "ejercicio de responsabilidad" del personal de prisiones que está trabajando en "condiciones muy complicadas y realizando funciones que no le corresponden".
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